Democracia radical para recuperar la credibilidad y el liderazgo social.

A raíz de la revolución interna que ha supuesto la desobediencia de la federación gallega del PSOE, en su intento de hacer primarias para elegir al secretario general en contra del criterio personal de Rubalcaba, a la actual cúpula no le ha quedado más remedio que aceptar las primarias como método de elección de candidatos y de secretarios generales. Incluso plantean cambiar la ley de partidos para que todos ellos deban someterse a primarias. Habríamos ganado mucho tiempo si las propuestas de NS 3.0 que incluían estas medidas y algunas más hubieran sido aceptadas en el 38 congreso

De los últimos barómetros del CIS se concluye que la estrategia de oposición actual es rechazada por la inmensa mayoría de la población, el 90% de nuestros votantes dicen que la acción de oposición es mala, muy mala, o regular. Un dato peor que el 80% que suman los votantes del PP de la labor del gobierno del Rajoy. Nuestra cúpula decepciona más a nuestros votantes que el gobierno del PP a los suyos. Una realidad extremadamente preocupante, que no debemos ignorar.

Por si eso fuera poco, nuestro secretario general es el peor valorado de todos los líderes de la oposición. Es decir, nuestra dirección también pierde la batalla respecto de nuestros rivales en la oposición.

Concretamente, la inmensa mayoria de los ciudadanos no confía en Rubalcaba, incluso nuestros votantes. Resulta muy dificil remontar un partido cuando el 90% de la ciudadanía en general, y el 75% de los votantes del propio partido, o no confian nada o confian poco en nuestro máximo dirigente.

A pesar de eso hay un dato para la esperanza: el partido conserva la intención de voto directa y la simpatía de la ciudadanía, por encima del resto de rivales. Sin embargo esa simpatía no hace más que descender, y con ella nuestras expectativas en los próximos procesos electorales.

A la vista de todos estos datos, es evidente donde está el ancla que impide al PSOE despegar en apoyo social: en la cúpula y sobretodo en las formas de hacer oposición. Si no hacemos algo para recuperar la legitimidad y la credibilidad de nuestros dirigentes, acabaremos perdiendo todo rastro de simpatía en nuestros votantes.

En esa coyuntura, la sociedad civil y los partidos de izquierda alternativos se están organizando entorno a candidaturas populares, mientras la cúpula del PSOE dilata y retrasa los cambios necesarios en la vetusta estructura de la organización, corriendo el riesgo de que el PSOE quede fuera de la regeneración democrática promovida por la nueva ola de movimientos sociales. La credibilidad perdida solo se recuperará con métodos exquisitamente democráticos, con propuestas eficaces de izquierdas, y mecanismos de rendición de cuentas que aseguren que cumpliremos lo que prometemos y que combatiremos la corrupción. Es decir:

  1. Primarias abiertas sin avales y listas abiertas, tanto para cargos organicos como para las candidaturas electorales.
  2. Abrazar un programa socialdemócrata y dejar de lado la “oposición útil” que tan nefasta está resultando. No basta con propuestas que frenen la sangria del paro, hay que reactivar la economía con medidas de crecimiento.
  3. Implantar internamente la figura de los referéndums revocatorios y cumplir estrictamente del código ético contra la corrupción y la acumulación de cargos y salarios, sin vergonzosas excepciones.

Es necesario recuperar la credibilidad para volver a crecer como partido, y para liderar una gran coalición de izquierdas que pueda desalojar al terrible gobierno del PP, que lo único que sabe hacer bien es crear paro a base de atornillar a la ciudadanía. La credibilidad no se recuperara con maniobras palaciegas, ni con el lanzamiento de caras nuevas que llevan toda la vida viviendo del partido. Ese liderazgo vendrá de la posibilidad real de que candidatos socialistas de base, con trayectoria de lucha obrera, con las cualidades personales necesarias, y con credenciales profesionales, puedan presentarse sin necesidad de pedir avales ni permiso a la dirección.

Por eso volvemos a solicitar que se convoque cuanto antes la conferencia de organización para cambiar los estatutos del partido, y que se promuevan procesos de primarias para elegir tanto candidaturas electorales como cargos orgánicos. Las próximas elecciones son las Europeas en 2014, donde el Partido Socialista Europeo se juega mucho, no podemos esperar.

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