Elecciones en Catalunya: la hora de elegir nuevos interlocutores

Por fin tenemos una encuesta realizada después del 1 de octubre y acontecimientos posteriores (realizada del 16 al 29 de octubre): la tercera oleada del CEO. No es perfecta porque no se realizó completamente después de la convocatoria electoral ni de la espantada posterior del Govern, pero nos da buenas pistas sobre las tendencias.

Haré un análisis parecido al que se hice en agosto de la encuesta del CIS, solo que tendrá que ser inverso porque el CEO no hace cruces por recuerdo de voto, sino por intención de voto, es decir hay que interpretar la matriz inversa para poder descubrir los trasvases de voto, que son los que marcan las tendencias.

Estos son los datos con las muestras que pasan de uno a otro partido:

analisis ceo

Lo primero observable es que no hay apenas movimiento del bloque independentista (CUP JxSI) al bloque constitucionalista (PSC-PP-Cs) y viceversa. Si hay un movimiento superior desde CSQP hacia el independentismo, que hacia el PSC, pero tampoco es muy significativo, porque los movimientos inversos son muy similares. Es decir, de los que votaron en las anteriores elecciones, hay una alta fidelidad de voto dentro de los bloques, y en las fronteras entre partidos de distintos bloques donde la fidelidad de voto baja un poco (ERC-PSC-CSQP) los movimientos se contrarrestan. Si esto fuera lo único analizable, la conclusión es que no habría ningún posible cambio que pudiera cambiar la correlación de fuerzas en el Parlament. Pero nunca hay que olvidarse de los abstencionistas.

Numerosos estudios del comportamiento electoral en Catalunya han llegado a la conclusión de que hay una dualidad de voto en las diferentes elecciones, los abstencionistas no son 100% los mismos en unas autonómicas que en unas estatales, y hay mucha gente que en unas generales prefiere votar a partidos de ámbito español pero en las autonómicas prefiere votar a partidos de ámbito catalán. También suele suceder que en las autonómicas la participación es más baja que en las generales. Este comportamiento se vió modificado en las anteriores elecciones a las que Artur Mas dió caracter “plebiscitario”, muchos abstencionistas constitucionalistas fueron a votar, y ello tuvo como resultado que los partidos nacionalistas no llegaron al 50% de votos, cuando esperaban mucho más. La conclusión es que al agudizar el conflicto, los constitucionalistas se movilizan. Esta tendencia ya llegó a las calles el 8 de octubre, y el 29 de octubre, pero falta saber si las encuestas la confirman. Y efectivamente así es.

De los 192 que no votaron por propia voluntad, solo 60 declaran que en unas nuevas elecciones no votarían, mientras tanto, de los 1175 que votaron en las anteriores elecciones solo 25 dicen que no tienen intención de votar. Muy previsiblemente el 21D la participación será masiva, mucho más alta que las anteriores elecciones cuya participación ya fue histórica.

Veamos que partidos tienen intención de apoyar esos nuevos votantes: 8 al PP, 17 al PSC, y 12 a Ciudadanos (37 a los constitucionalistas) 2 a CUP y 16 a JxSI (18 a los independentistas) y 12 a CSQP. El PSC es el partido que más se beneficia de esos nuevos votantes, recogiendo casi tantos nuevos votos como todo el independentismo junto. También se produce el mismo fenómeno de mucha menor magnitud de personas que votaron y no votarán, que afecta principalmente al independentismo (5 independentistas, 2 de PSC y 2 de Podem), pero es muy poco significativo. La conclusión es que la participación de nuevos votantes muy mayoritariamente NO es independentista: solo 18 de los 67 abstencionistas de 2015 que declaran a que partido van a ir a votar son independentistas. 

Esta encuesta no ha tenido en cuenta los efectos de la manifestación del 29 de octubre, ni de la intervención pacífica de la Generalitat, por lo que no podemos saber que efectos tiene todo eso, así que habrá que estar atentos a las nuevas encuestas publicas cuyos datos desagregados se publiquen. También hay que tomar con muchísima cautela los resultados “cocinados” por unos y otros, porque en momentos de cambio de comportamiento electoral, las fórmulas de dichas estimaciones no funcionan bien. Además, la atomización del sistema de partidos catalán hace que en muchos casos el análisis se haga con menos de 30 muestras, lo cual pone en cuestión las suposiciones estadísticas para hacer estimaciones de escaños fiables.

Finalmente, mirando la nota de prensa y la publicación en los medios del porcentaje de independentistas que hay en Catalunya, he visto una curiosidad que creo necesaria compartir con todos. La pregunta que da lugar a ese dato es un ejemplo de como NO hacer una encuesta. Se hacen dos preguntas en cascada, poniendo como ultima opción de la primera la independencia, y reforzando esa respuesta en la segunda… resultado: de 603 independentistas (40%) pasamos a 730 (48,7%). Es un gran ejemplo sobre como introducir un sesgo ideológico en una encuesta, para obtener el resultado que te interese, contrario a la deontologia sociológica. Lo bueno de las encuestas publicas es que las puedes “destripar” para ver estas malas prácticas. Lo malo es que los medios de comunicación normalmente se leen la nota de prensa y no miran más.

independentceo

 

 

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