Estas últimas semanas, entre el “Barcenasgate” y el periodo vacacional, el gobierno del PP ha aprovechado para “enchufarnos” su reforma energética, o mejor dicho la reforma energética a medida de las eléctricas, pues recoge todas y cada una de las peticiones que hicieron hace poco más de un año.
Para ponernos en antecedentes, solo hay que poner esta lista de personas que están colocadas en las eléctricas que operan en España: tenemos exministros de industria, de economía, de hacienda, exvicepresidentes del gobierno, expresidentes del gobierno, expresidentes de parlamentos, y de todos los partidos que han tocado poder.
El resultado de la exitosa acción de Lobby y “colocación de políticos” en las eléctricas es un borrador de ley que recoge lo siguiente:
1.- Si tienes una instalación de autogeneración en tu casa pagas un peaje por la electricidad “que te ahorras”, porque según las eléctricas el hecho de no consumir SU electricidad les perjudica económicamente. De nuevo el gobierno asegurando beneficios de empresas privadas.
2.- Si en algún momento produces más electricidad de la que consumes, la viertes al sistema REGALANDOLA a las eléctricas, que por supuesto la revenden y cobran al resto de usuarios. Hasta ahora se acumulaba esa producción mediante contadores inversos, y una parte podías recuperarla en otro momento, ahora tendrás que regalársela a las eléctricas.
3.- Esto aplica a todas las instalaciones eléctricas de las viviendas conectadas a la red, incluso aunque la parte renovable no esté conectada a la red. Por ejemplo si tienes un molino de viento para sacar agua del pozo de tu casa mediante un motor eléctrico, y el motor que saca agua puede conectarse a un enchufe, tienes que contabilizar la electricidad ahorrada por ese molino y pagar el “peaje” a las eléctricas. Pase lo que pase, si gozas del “respaldo” de la red eléctrica, tienes que pagarle su peaje por la energía renovable utilizada, aunque nunca utilices ese respaldo. Está claro que más que peaje es un impuesto revolucionario para asegurar los beneficios de las grandes eléctricas, porque las sanciones en caso de no declarar el autoconsumo son de hasta 60 millones de euros.
4.- La única manera de no pagar es que tu red de hogar no esté conectada en ningún caso a la red eléctrica general.
5.- Por si todo eso fuera poco, resulta que el término de potencia contratada ahora costará mucho más, y el consumo valdrá menos, lo cual fomenta el consumo en lugar del ahorro energético. Como parece que la crisis está concienciando a la gente y el consumo baja, “tenemos” que hacer una ley para que las eléctricas puedan sacar beneficios de todas las centrales construidas en la burbuja inmobiliaria, y si las renovables compiten con las grandes centrales de carbón o nucleares (ya amortizadas), pues lo único que tienen que hacer es utilizar sus contactos en la alta política para boicotear todo intento de que el pueblo tenga autonomía energética.
El resultado si se aprueba el borrador, cosa casi segura dada la mayoría absoluta del PP, es que las empresas eléctricas cobran por toda la electricidad generada, aunque no la generen ellos, mientras los ciudadanos pagamos por generar electricidad. Sin entrar a valorar la legalidad de esta ley, que muy probablemente vulnere varios derechos civiles de los consumidores y de los autoproductores, y que sin duda algún será recurrida a los tribunales europeos por las asociaciones que los agrupan, lo cierto es que es profundamente injusta tanto conceptualmente como en su ejecución.
Frente a este atropello, la sociedad civil se está organizando en cooperativas sin ánimo de lucro (p.ej Som Energia), que sí velan por el interés general, mientras nuestros gobernantes velan por sus intereses personales y por los intereses de unas cuantas empresas que los colocan al final de su carrera política. El interés general requiere que fomentemos la cultura del ahorro y no la del consumo, que fomentemos la soberanía energética de los ciudadanos y no la dependencia de unas pocas corporaciones, que utilicemos el sol y el viento de nuestro país y no dependamos del petróleo importado de otros continentes en constante guerra.
Esperamos que los dirigentes del PSOE estén a la altura y se opongan frontalmente a la reforma energética del PP, presentando los recursos de inconstitucionalidad que sean necesarios y poniéndose del lado de la sociedad civil, igual que con buen criterio se ha hecho con la reforma de la ley hipotecaria. Los socialistas no podemos permitir que unos pocos se lucren de manera indecente e injusta a costa de todos.