En los últimos días y semanas hemos visto una ofensiva mediática en contra de la huelga general. También hemos visto como se ha defendido desde algunos sectores de izquierda y desde los sindicatos. Nosotros queremos aportar nuestro granito de arena, dando una visión técnica y política de porqué es necesario, más que nunca, apoyar la huelga general.
Uno de los mantras de esta crisis es que debemos “ajustarnos el cinturón” ya que supuestamente “vivimos por encima de nuestras posibilidades”. Pues bien, si contamos solo la economía real, ya vivimos por debajo de nuestras posibilidades (datos Banco de España). La balanza de bienes y servicios habría dado superávit en los últimos meses, antes incluso del verano donde el turismo ha compensado el pago de intereses de la deuda. Solo la balanza de rentas, que incluye el pago de esos intereses, ha generado un saldo negativo y es tan grande que hace que el total de la balanza por cuenta corriente haya sido negativo en lo que va de año.
Si miramos la comparación de este año con el año anterior, vemos que solo se ha recortado a los ciudadanos, cuya bajada de consumo es la artífice del equilibrio de la cuenta corriente en los últimos meses, pues la balanza de bienes y la de servicios se han recortado mucho más que la de las rentas en los primeros meses del año 2012 respecto de los mismos meses del 2011.
Podemos por tanto concluir que la parte financiera de la economía está dejando sin recursos la economía real, drenando dinero hacia países más ricos que el nuestro, recursos que deberíamos emplear en políticas sociales para que los colectivos más vulnerables no sufran tanto la crisis. Y ni siquiera salvan a los trabajadores de banca, que están sufriendo los mayores ERES de la historia, solo salvan a los acreedores y a las cúpulas de los bancos. Los acreedores no pueden pretender cambiar deuda privada no garantizada por deuda pública garantizada por el estado. Si la banca es insolvente: suspensión de pagos, reestructuración de la deuda, y preservación del empleo y de los ahorros de los ciudadanos guardados en depósitos.
Este análisis de los datos nos indica que es necesario que los trabajadores, las pymes, y toda la ciudadanía en general, digamos basta y hagamos huelga. Es necesario que salgamos a la calle en una jornada de protesta convocada a nivel europeo, para que los jerifaltes de la Troika se den cuenta de que deben aplicar otras soluciones y no solo austeridad. Para que se den cuenta de que el derecho a un empleo digno está por encima de los privilegios de los grandes capitalistas, que cuando ganan dinero se lo quedan todo, y cuando se equivocan en sus inversiones piden a papá estado que los rescate. Los ciudadanos no deben pagar los platos rotos de las grandes empresas. No a los recortes! Huelga general!